Party Up, Capítulo 1, Peso en las palabras

Hola chiks
Bno subí algo tarde xk esta mñn no tuve tiempo de nada kmo sabrán tengo pruebas de lapso esta semana y la que le sigue, pero solo me ocupare de este blog durante este tiempo

Nos escribimos el miércoles con Duquesa del sol

Con amor
Barbie


Las amigas ya estaban en la ultima semana de clases en su instituto, cada vez faltaba poco para que tuvieran que viajar al otro extremo del país.

La señora Liseth además de estar feliz estaba melancólica, ya que sus dos pequeñas se iban a New York, aunque Aria no fuera su hija, había optado ese nombre después del trágico accidente que dio por culminada la vida de los padres de la pequeña Aria-en aquel entonces de 5 añitos-.

Carmen la madre de la pequeña y mejor amiga de Liseth dejo dicho en su testamento que la patria potestad de la niña pasaria a manos de ella, y no de ninguno de sus hermanos que solo buscaban la manera que Aria fuera timada y usara su fortuna de una manera poca convencional.

-Chicas vengan a comer-grito Liseth desde la planta baja de la casa.

Alejandra levanto la vista de el libro donde se encontraba estudiando para su ultimo examen de matemáticas, miro hacia una de las esquinas de la habitación, donde se encontraba su mejor amiga apoyada de la pared con los cascos de su ipod en sus oidos; se acerco a ella y en un suave movimiento en el brazo de su amiga, esta reacciono quitandose los ya molestos audifonos.

-Mamá nos esta llamando para comer-dijo y su amiga solo asintió.

Caminaron hacia la puerta, pero Alejandra se quedo parada en el umbral de esta.

-¿Ale algo anda mal?-pregunto la castaña parada en el comienzo de la escalera.
-Aria-comenzo pero le dio miedo continuar con lo que iba a decir.
-¿Que sucede?
-No nada mejor olvidalo, vamos mamá se debe estar desesperado.

Aria no le dio importancia a lo que su amiga intentaba decirle, bajaron las escaleras y llegaron al comedor donde los esperaban la madre y el hermano mayor de Alejandra.

[Al otro lado del país]

El ojiverde caminaba sin cesar mientras su amigo lo miraba atentamente.

-No entiendo como me pueden hacer estos a mi al gran Ricardo Makein-dijo este mientras movia su cabello marrón sin cesar con una de sus manos.

-Ay por dios Ricardo, recuerda que también me lo están haciendo a mi-dijo el rubio levantandose del sillón de cuero blanco de la habitación- accedimos a cumplir con el programa-dijo posando una mano en el hombro del castaño.

-No me toques-dijo y bruscamente aparto la mano de su hombro, mirandolo fijamente- cuando acepte no sabia que debía vivir con dos chicas seguramente malvivientes y sin clase, durante 6 meses.

-Oye vele el lado positivo-dijo el rubio- quizas una de ellas es sexy y se gana tu frio corazón de Playboy-dijo riendo.

Su amigo los miro de mala manera- Christian, si supieras que mi corazón ya le pertenece alguien y pronto va a hacer mía-pensó melancólico

-Jaja muy gracioso Christian-dijo sarcasticamente fulminando a su amigo- después de todo no puede ser tan malo, son chicas que tan difícil puede ser-dijo bebiendo un sorbo de su soda.

[Casa de Alejandra]

La madre y el hermano de Alejandra habían ido a una fiesta en la compañía de su madre, la sra Liseth trabaja en la empresa de diseños de moda, aunque apenas hace 3 año ingreso en la industria, ya ella conocida por sus singulares vestido de novias.

Las amigas brincaban sin control entre cama y cama, Alejandra llevaba una chandal blanco y una camisa de tirantes, mientras que su amiga una short de cuadros gris y una camisa grande blanco con una luna durmiendo con un sombrero cómico. La música sonaba a un nivel audible pero que no molestara a los vecinos, las dos ya agotadas se sentaron en las almohadas de colores esparcidas por el suelo.

-Aria, recuerdas lo que decia el testamento de cuando tuvieras la mayoria de edad, te tendrías que casar con el heredero de la compañía esa para poder ocupar el lugar que te corresponde-dijo su amiga tristemente.
-Si lo recuerdo, pero no por eso voy a sufrir, todavía me quedan dos meses antes de cumplir los 18 y bueno luego vere como me las arreglo en lo que respecte a esa compañia y su heredero-dijo sin importar el peso de esas palabras.

Lo que estos 4 chicos no sabían es que dentro de 3 semanas sus vidas se iban a unir y quizás nunca separarse.